sábado, 30 de marzo de 2013

Instrucciones para una política en V.O.S. (Lista de términos subtitulados)

La mentira está mal, ya sea como falsedad, como eufemismo o como ocultación. Pero parece que hay dos lugares donde la gente da por hecho que se le va a mentir y luego no pide ninguna responsabilidad: la publicidad y la política. Si te mienten para conseguir tu voto o que compres un producto, está plenamente justificado. A veces, las mentiras son muy elaboradas. Por ejemplo, las compañías que venden alimentos pagan estudios de pacotilla sobre el funcionamiento de tal sustancia que se encuentran en sus yogures. Normalmente esos estudios no son concluyentes, y añaden que tomar el yogur es bueno para la salud. Lo hacen porque de por sí, tomar cualquier yogur es bueno. Así que no es ilegal, porque lo que dice el anuncio no es falso, es falsa la relación entre que el yogur sea bueno y que tenga esa sustancia novedosa, y es algo que todo el mundo hace de forma inconsciente por meras leyes de psicología de la percepción. Estas leyes nos vuelven bastante idiotas, todo hay que decirlo. Por ejemplo, os propongo dos preguntas y las respondéis mentalmente todo lo rápido que podáis: ¿Cuál es la raíz cuadrada de cuatro? Fácil, ¿no? Efectivamente, es dos. Y ahora, ¿cuál es la raíz cúbica, repito, cúbica, de nueve? Fácil también. Es dos coma cero ocho. Si has respondido que es tres no es que seas estúpido. Es que nuestro cerebro funciona así de mal, y la publicidad y los políticos diseñan estrategias para mentir y luego escudarse en que lo que dijeron era totalmente cierto. El problema es que aunque no se diga una falsedad, el propio mecanismo está corrupto de por sí. Independientemente de esto, los políticos tienen su propio idioma. Es un idioma construidos sobre mentiras y eufemismos. Últimamente hemos asistido a un buen número de términos nuevos y no estaría de más que nos lo subtitularan, no porque seamos idiotas y no sepamos su significado real, sino como una mera muestra de cortesía: