martes, 16 de octubre de 2012

Lista de acciones de terrorismo literario para editoriales

¿Tienes una editorial y quieres contribuir al terrorismo literario? ¿No sabes cómo llamar la atención para que la gente compre tus libros sin caer en soluciones banales y estereotipadas? Sigue las siguientes instrucciones y te aseguramos que tu editorial se hará famosa (y gamberra). Ya advertimos que a parte de ser editor, tendrás que escribir tú mismo para convertirte en un verdadero terrorista literario:

—Escribe el prólogo de ¿Habrá alguna vez un arcoíris?, la autobiografía de Charles Montgomery Burns que se promociona en el programa de Kent Brockman. Colócalo antes de cualquier libro clásico.
—Compra los derechos de las obras completas de Murakami en castellano con el único propósito de cambiar todas las veces que aparece la expresión “su sexo” por “su pollón”.
—Escribe un libro que se llame “Iniciación al analfabetismo” y edítalo con las cubiertas al revés, para que al leerlo la portada quede siempre boca abajo. (Mucho me temo que a George Bush se le vería leyéndolo con la portada hacia arriba).
—Realiza una colecta en internet con el fin de contratar un corrector de estilo para la próxima novela de Carlos Ruiz Zafón. O mejor, tres correctores de estilo.
—Escribe una novela rosa de mala calidad y edítala de la siguiente manera: la primera mitad de la novela se imprime normal, luego se insertan fotos pornográficas que no tengan nada que ver con el relato. Vaya, lo que se conoce como un final “abierto”.
—Oferta un premio literario con las siguientes normas:

a) podrán participar o bien escritores que ya hayan editado con nosotros o bien famosos de televisión. El resto de manuscritos que se reciban se usarán con fines higiénico-sanitarios.
b) se podrá enviar el manuscrito con seudónimo, pero los participantes deberán indicar en la primera página y de forma legible su seudónimo, su nombre, su DNI y su número de teléfono
c) se contactará por teléfono al ganador del premio dos semanas antes del fallo. Se trata de un protocolo administrativo, ya que tendrá que revisar las pruebas de imprenta de la tirada del premio. El ganador se callará y se hará el sueco hasta la gala del fallo, y cuando se diga su nombre se hará el sorprendido. En cualquier caso, si el ganador no se ve con la capacidad suficiente para gestionar este secreto, la organización le conseguirá clases de interpretación cuyo costo será descontado del dinero del premio.


Asegúrate de comunicar el nombre del ganador del premio a la prensa treinta minutos antes del fallo. Así las presentadoras podrán practicar su intervención en directo delante de todos los invitados a la gala. El premio se llamará Premio Mundo.

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